lunes, 9 de junio de 2014

Vaquita Marina

La vaquita (Phocoena sinus) es una marsopa tímida y pequeña, endémica del Alto Golfo de California, que se encuentra en peligro de extinción. Su coloración es gris y se distingue por los parches negros alrededor de los ojos y los labios. Las hembras miden hasta 1.5 metros y superan en tamaño a los machos. Sus aletas son grandes en proporción a su cuerpo, y la dorsal tiene forma de hoz.
No se acerca a las embarcaciones y aunque sale a la superficie para respirar, lo hace con gran rapidez, por lo que es muy difícil verla. Las hembras tienen una cría cada dos años o más, y pueden vivir hasta 22 años. Se calcula que en la década de 1940 había unos 5 mil individuos y hoy se sabe que sobreviven menos de 200 vaquitas.
Esta especie única de México podría ser el segundo cetáceo en desaparecer debido a las actividades humanas; el primero fue el baiji o delfín del Río Yangtsé. La principal amenaza para la vaquita es la pesca incidental, pues queda atrapada en las redes de enmalle usadas para capturar camarones y peces de escama.
WWF y sus socios promueven prácticas de pesca que protejan a la vaquita y beneficien a los pescadores locales. Asimismo instrumenta estrategias de conservación junto con las comunidades, las autoridades y otros socios.
*características: Otro nombre que recibe es el de cochito, pero debido a que este nombre se le da también a otras especies de cetáceos en la región (por similitud a cerdos o cochinitos), es más común el nombre de vaquita marina. 

La vaquita marina es un cetáceo, es decir, son mamíferos marinos al igual que los delfines. 

Las marsopas se distinguen de los delfines por las características de sus dientes, que son aplanados, a manera de pala. Externamente se distinguen por ser pequeñas, sin pico largo y con una aleta dorsal triangular pequeña. 

Una característica en esta especie es la apariencia sobresaliente de los labios. 

Es difícil verlas ya que son muy tímidas y no se aproximan a las embarcaciones; además salen a respirar a la superficie por muy corto tiempo cada tres a cuatro minutos. 

Es la más pequeña de las marsopas y de todos los cetáceos. Las hembras adultas miden de 135 a 150 cm de longitud, mientras que los machos son ligeramente más pequeños, de entre 128 y 145 cm. Al nacer miden de 67 a 75 cm. 

Con respecto al peso, pesan una media de 55 kg, mientras que al nacer pesan entre 7,5 y 10 kg. 

Las aletas pectorales son más largas y la aleta dorsal más alta proporcionalmente a la longitud del cuerpo si lo comparamos a otras especies de marsopas. Se piensa que estas adaptaciones y su tamaño pequeño pueden tener como fin soportar las altas temperaturas que alcanza el agua durante el verano. 

Se ha calculado que viven hasta unos 22 años. 
Normalmente forman pequeños grupos de uno a cuatro individuos, aunque se han visto agrupaciones de hasta 8 o 10 animales. 
La mayor amenaza hacia las vaquitas es el uso indiscriminado de redes de arrastre, ya que estas se quedan atrapadas. 

Reducción del cauce del Río Colorado: 
Debido a que se ha reducido el flujo de agua del Río Colorado hacia el Golfo de California debido a la construcción de presas y a proyectos de uso de agua en el suroeste de los Estados Unidos y en un menor grado, en el noroeste de México, ha disminuido la aportación de agua dulce superficial al delta del río Colorado, excepto durante años de mucha precipitación. Esto ha provocado cambios drásticos en el ecosistema, provocando alteraciones en a cadena alimentaria y en la diversidad biológica (ya que no son las mismas especies que viven en agua dulce que salada). 
Es endémica de México, de una zona muy restringida que abarca la Reserva de la Biosfera Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado. Vive al extremo septentrional. Hay que tener en cuenta que dado el rango geográfico limitado de distribución de la vaquita, la calidad del hábitat juega un papel importante en la determinación del estatus de la población. Cualquier modificación del mismo puede afectar al bienestar y recuperación de la vaquita. 

Están incluidas en el Apéndice I del CITES. 

Existe una protección total de la especie, áreas protegidas y restricción de las actividades pesqueras. Pero a pesar de que la ley establece que en las áreas naturales protegidas que comprenden ecosistemas marinos no deben utilizarse técnicas de pesca con graves impactos ambientales, aun así, esto no siempre se cumple. Lo que se debe promocionar es que al no usar ese tipo de redes se puede acceder a otros recursos pesqueros en esas zonas, por lo tanto tendrían alternativas a la pesca con redes peligrosas. 

Diana Suarez 3ro C

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